El
Eixample barcelonés quizás sea la zona más conocida y frecuentada de Barcelona, es un conjunto arquitectónico único que se modeló con la reforma urbanística del plan Cerdà a finales del s.XIX.
Video: Paseo de Gracia 1908
Orígenes
El Eixample se encontraba fuera de las murallas de la ciudad, y
era el espacio que había entre la capital y los pueblos de los
alrededores. En 1856, se derribaron las murallas para ampliar la villa,
pero no fue hasta el 1858 que se ideó un plan para ensanchar
urbanísticamente la ciudad. El Ayuntamiento de Barcelona convocó un
concurso para tal proyecto del que surgió un ganador, el arquitecto
Rovira i Trias, aunque su diseño que nunca vio la luz, el gobierno
central había realizado el mismo encargo a otro ingeniero, Ildefons
Cerdà, anulando la decisión del consistorio con un decreto real.
El plan
Ildefonso Cerdà Sunyer (1815-1876) fue un ingeniero avanzado a su
época, un ideólogo y visionario que transformó la ciudad. Quiso crear
una urbe de calles anchas, luminosas, de iguales características, con
amplias aceras arboladas, y con islas de edificios cuadriculadas cuyos
vértices se cortan en forma octogonal para aumentar la visibilidad en
los cruces.
El Eixample se construyó en los años de la industrialización de
Catalunya, y fue el barrio de la burguesía catalana que deseaba poner de
manifiesto su alto poder económico, así pues sus casas son el reflejo
de aquel momento.
Solo hay que dar una vuelta por Barcelona para darse cuenta que
la idea de Cerdà sigue todavía vigente, y son precisamente los chaflanes
los símbolos más reconocibles del proyecto. Las edificaciones que se
construyeron, hace ya un siglo, todavía mantienen su belleza y
originalidad, algunas con historias interesantes.
Paseemos entre chaflanes:
1- Casa de los Caracoles
Una construcción sencilla que casi pasa desapercibida en la calle
Tamarit, 89, su nombre es ‘la casa de los caracoles’ y, cómo indica,
hay caracoles en las puertas de entrada, caracoles bajo las cornisas, en
los balcones, en el interior de la escalera; caracoles pintados y
esculpidos en las barandillas de forja y en el pomo de las puertas, y el
motivo de que existan tantos caracoles tiene su origen en la leyenda
sobre sus propietarios, una pareja de ancianos, sin recursos, que
durante una de sus excursiones en busca de caracoles para vender en el
mercado, hallaron un tesoro oculto en una gruta. Con ese dinero
encargaron a Carles Bosch i Negre, en 1895, la construcción de este
conocido edificio lleno de detalles del animal que les trajo suerte.
2- Casa China
El bloque situado en la calle Muntaner, 54, se lo conoce como ‘la
casa china’ y es obra del arquitecto Joan Francesc Guardiola, discípulo
de Gaudí, por encargo de uno de sus hermanos. Construida en 1929, llama
poderosamente la atención por su decoración estridente y la exageración
de sus formas. Un estilo art déco con toques orientales que son
influencia de los múltiples viajes realizados por el arquitecto. La
casa no gustó mucho en la época con lo que casi no obtuvo encargos en la
ciudad.
3- Palacio Marcet (cine Comedia)
En paseo de Gracia,13, se encuentra un antiguo palacete urbano de
1887. Fue un encargo de Frederic Marcet al arquitecto Tiberi Sabater.
Frederic era un hombre de clase humilde que trabajaba como contable para
la adinerada familia Planàs, y su suerte cambió cuando contrajo
matrimonio con la hija mayor, Maria Dolors Planàs,convirtiéndose en un
empresario y político de prestigio. El edificio tiene un estilo
ecléctico de referencias clásicas y barrocas en la fachada, y góticas y
orientales en el interior, la decoración era fastuoso, y había jardín en
la parte posterior que ya no existe. En 1934, el palacio fue vendido y
reformado por Pere Domènech Roble para convertirlo en el teatro Comedia,
y en 1960, ese convirtió en una sala de cine, y actualmente ha vuelto
ha sufrir una nueva remodelación. Uno de los pocos palacetes urbanos que
quedan en el Eixample.
4- Casa Queraltó
Una casa de Josep i Ramón Queraltó construida por Josep Plantada i
Artigas en 1907, situada en Rambla de Catalunya, 88. Es un edificio
elegante que está decorado con unos bonitos esgrafiados de color rosa y
unos falsos arcos con columnas y capiteles de estilo modernista.
Originalmente estaba coronado con unos pináculos y un templete pero han
desaparecido con el paso de los años.
5- Sede del Distrito del Eixample
Entre Aragón y Bruc se erige una construcción destinada a
equipamientos, obra de Pedro Falcara i Urpí, arquitecto municipal en el
año 1893, durante esta etapa realizó notables obras, como la reforma del
Gran Teatro del Liceo o la reorganización del parque de la Ciutadella,
una de las mayores zonas verdes de la ciudad de Barcelona. La
decoración de la fachada responde a un historicismo medievalista, con
tres grandes arcos apuntados que marcan el acceso al vestíbulo desde la
calle. Se han producido reformas posteriores.
6- Casa Manuel Llopis Bofill
De inspiración oriental, en la calle Bailén, 113, Antoni Maria
Gallissà, discípulo de Lluís Domènec i Montaner, construyó esta casa un
año antes de su muerte por problemas cardíacos - los había sufrido desde
joven-. Este edificio se aleja del estilo modernista se más
tradicional, y se caracterizada por tener un variado cromatismo y por la
combinación de distintos materiales -ladrillo, teja, vidrio y hierro
forjado- , además de mostrar unos esgrafiados en tonos rosa que recuerda
un poco al estilo Toscano. Fue un encargo de un conocido abogado y
terrateniente de la época, Manuel Llopis i Bofill. El bloque aún
conserva el aspecto original.
7- Casas Rocamora
Se encuentra situado en el denominado “Quadrat d´Or” del paseo de
Gracia, en el número 6-14, que, junto con la casa de les Punxes, es el
conjunto arquitectónico de mayores dimensiones de la zona, pues ocupa
casi toda la manzana. Las casas Rocamora fueron diseñadas por los
hermanos Joaquín y Bonaventura Bassegoda i Amigó (pertenecientes auna
familia de maestros de obras y constructores) entre los años 1914 y
1917. Partiendo de la idea, poco habitual, de unificar todas las casas
en un solo inmueble, consiguieron, con una única fachada, albergar tres
casas por encargo de Antoni Rocamora i Pujolà, el mayor fabricante de
jabones del estado, pero las grandes inversiones hechas en inmuebles,
como esta casa, y por problemas políticos, el negocio cerró en 1956. De
estilo neogótico, con relieves florales y motivos decorativos realizados
en la piedra, más las grandes cúpulas, le otorgan un aspecto de palacio
medieval.
9- La casa Milà
La casa Milà, llamada popularmente ‘La Pedrera’, es obra del
arquitecto Antoni Gaudí y fue construida entre los años 1906 y 1910.
Localizada en el número 92 del paseo de Gracia, de estilo totalmente
innovador con formas curvas que, todavía hoy, llaman poderosamente la
atención de los visitantes. Gaudí mantuvo muy malas relaciones con la
propietaria, Roser Segimon, hija de un comerciante de Reus y viuda de un
acaudalado indiano llamado Josep Guardiola i Grau. Se trató de una obra
tan diferente que la gente de la época hizo mofa sobre su aspecto
durante tiempo, y la relación de los propietarios con el arquitecto
terminó en pleito, que ganó Gaudí, solo algunos personajes como Dalí lo
defendieron. En 1984 la Unesco le otorgó el título de Bien Cultural del
Patrimonio Mundial. Una obra de arte en sí misma.
Articulo de LA VANGUARDIA.
http://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20160218/302254718445/barcelona-chaflanes-cerda.html?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=viajes
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